La semana pasada, el Banco Hipotecario y el Banco Supervielle habían anunciado que ofrecerán préstamos hipotecarios desde mayo próximo. El crédito hipotecario no tiene desarrollo en Argentina -es 0,1 % del PIB, según el Banco Central-, debido a los niveles de alta inflación -en marzo pasado trepó al 287,9 % anual- y la incertidumbre sobre las políticas públicas que afectan sobre todo a los créditos que se otorgan a largo plazo.
La falta de crédito hipotecario dificulta el acceso a la casa propia de quienes no cuentan con una herencia en moneda dura y eleva la demanda de alquileres o la dificultad de los jóvenes para mudarse de la casa familiar.
“Por donde se lo mire es una gran noticia”, publicó el subsecretario de Prensa del Gobierno de Javier Milei, Javier Lanari, en sus redes sociales: “La vuelta del crédito hipotecario revalorizará las propiedades (que están en un piso histórico), atraerá inversores inmobiliarios y reactivará la construcción”, agregó en el mensaje que fue replicado por el presidente argentino.
La vuelta del crédito hipotecario se da en un contexto en que el Banco Central mantiene las tasas de interés negativas en términos reales para recibir el fondeo de los bancos, lo que incentiva el crédito al sector privado, y en el que se prevé una desaceleración de la inflación en los próximos doce meses.
El Banco Ciudad ofrece una financiación de hasta 250 millones de pesos (unos US$250 mil), hasta 20 años de plazo, cuyo capital está atado a la inflación por estar medido en Unidad de Valor Adquisitivo (UVAs), y cobra una tasa de interés nominal anual de 3,5% para la inversión en el Microcentro y del 5,5% para el resto.
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